A los encantos del entorno natural, las montañas blancas de invierno, las arboledas ocres y doradas del otoño o los diversos tonos de verdes del verano, la brisa sana de la montaña, el río murmurante a lo lejos, se suma, en medio de esa mágica naturaleza autóctona y libre, nuestro complejo. Con su estudiada arquitectura para formar parte del lugar armonizando formas, texturas y colores. Villa Bonita tiene ese encanto cálido y acogedor que los turistas buscan en todas las estaciones del año.